Durante muchos años, he estado convencida de que "El Mundo es uno, el Espíritu de la Humanidad es uno." He decidido que mi visión en la vida es llegar a concretar esta verdad. He visitado 168 países y me he reunido con personas de todas las culturas, credos e ideologías. En estas reuniones, he descubierto que en todas partes las personas comparten las mismas aspiraciones; que los seres humanos tenemos la capacidad y voluntad para recuperar nuestra herencia espiritual común, y que, cuando lo hagamos, podremos efectivamente alcanzar el añejo sueño de la unidad mundial. Hoy día, vivimos una era de guerra económica. Como japonesa, tengo un sentimiento muy profundo de que debemos superar la brecha en la comunicación y trabajar con el fin de eliminar tanto las fricciones comerciales como las culturales que son la base de esta guerra, lo mismo individuos que como empresas y Estados. Al cumplir esta obligación ética, podemos también desempeñar un papel decisivo en la unificación de todo el mundo. El Instituto de Asuntos Internacionales para la Paz Mundial tiene oficinas en Tokio. Esto sirve de base para mantenerse al tanto de los acontecimientos de todas partes del mundo. Los contactos humanos que se establecen se ven fortalecidos con conferencias, libros y artículos, apariciones en televisión, seminarios y simposios internacionales. Otra parte importante del trabajo del instituto es funcionar de consultor de países y empresas. Muchos dirigentes mundiales participan entusiastamente en este programa. Creo que, si hemos de sobrevivir, el mundo debe aprender a trascender las diferencias de raza, religión y política. Es una tarea trascendental, porque todos debemos de trabajar en ella unidos como individuos. Sólo podremos crear la Utopía en esta Tierra si todos y cada uno de nosotros escudriñamos en nuestras raíces espirituales y redescubrimos el enorme tesoro de la humanidad dentro de nosotros mismos. En lo personal, estoy convencida de que no hay meta más encomiable ni apremiante. Por esa razón fundé la "Taiyo no Kai" (Asociación Siguiendo al Sol) y continuaré esforzándome por alcanzar la paz y unidad mundiales. | ||
Probablemente todas las personas tengan en realidad los mismos deseos. |
Desean una vida feliz y con riqueza espiritual; |
albergan el deseo ferviente de una sociedad en paz... |
Más aún, ¿no habita muy dentro de todas las personas un "corazón tierno" |
que ama a todos los seres vivos? |
Esa luz, como el Sol, que vierte constantemente la fuerza |
para habitar en todas las cosas, brilla intensamente en la oscuridad, |
da un cálido aliento a los corazones congelados, |
derrite los sólidos muros que provocan el distanciamiento |
y tiene la fuerza para unir a las personas en una sola. |
Seguramente debe brillar también serenamente dentro de usted. |
Por favor permita que primero ese Sol surja de usted. |
En aras de su felicidad y enriquecimiento propios, |
que brille sobre usted, alrededor de usted y en el ambiente, |
y que inunde al mundo de calidez... |
Ha llegado el momento de emprender el vuelo hacia una nueva era Hoy día, los distintos valores en los que hemos creído desde hace mucho y los mecanismos sociales de los que hemos dependido por norma se están desintegrando uno tras otro. Este es un indicio de que el mundo está cambiando muchísimo. El camino de la humanidad se está alejando de una sociedad que hasta ahora había sido controlada por el poder financiero y político, hacia una sociedad en la que ha arraigado el espíritu de la paz y la benevolencia. Para mí, este tipo de era puede resumirse como una etapa cuyo lema es "el paso del camino del poder al camino de la vida." El siglo XXI deberá ser una época en la que todo el mundo vuelva a captar el esplendor de sus corazones y de sus vidas, y viva experimentando la felicidad en persona. Al visitar países en todo el mundo como comentarista política y sostener conversaciones directas con muchos dirigentes, he llegado a darme cuenta que pese a las diferencias en sus circunstancias y posturas, en el corazón de todas las personas hay un deseo común de paz. La paz mundial verdadera no es algo creado por el gobernante o el presidente de un país. Se alcanzará por primera vez cuando la esperanza de paz viva en el corazón de cada uno de nosotros que habitamos la Tierra. Forme la "Taiyo no Kai" (Asociación Siguiendo al Sol) para realizar un esfuerzo por alcanzar el renacimiento del ser humano, para que podamos dar la bienvenida a un siglo XXI en el que todas las personas tengan una rica vida espiritual. Elegí este nombre dado mi ferviente deseo de que con un "corazón tierno" que es armonioso como el sol, todo el mundo emprenderá un trabajo colectivo, dirigido a alcanzar la paz mundial.
Seguramente habrá de ser una enorme fuerza si todos y cada uno de nosotros nos convertimos en un ángel de luz, y juntos oramos por la paz, y enviamos un mensaje lleno de amor a todos los confines del mundo. Les pido que expandamos juntos el círculo de luz y que brille sobre todo el planeta con un corazón tierno. |